La historia de Juan Francisco Puello es, sin dudas, admirable. Inició su vida productiva como limpiabotas en las calles, y “como tal” vivió todas las consecuencias que implica realizar.

Trabajo infantil. Su perseverancia y convicción de que el éxito se alcanza con estudios, trabajo continuo y mucho esfuerzo le permitieron superarse y trazar sus pasos como emprendedor.

“Como niño que trabaja en las calles, aprendí a defenderme de todo lo que me rodeaba: vicios, delincuencia, y todo esto siendo epiléptico.

Aprendí a ganarme el sustento para ayudar a mi madre, que padece de trastornos mentales, y a mi padre, un albañil que trabajaba de sol a sol para mantener a su familia.